Glas acorralado por la fiscalía en el caso Odebrecht
Tres escenarios se presentan en torno a Jorge Glas Espinel que lo llevarían a perder su cargo de vicepresidente de la República: lo judicial, constitucional y lo legislativo, que se enlazan y complementan entre sí.
El juicio penal que se avizora contra él como autor del delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht, como lo acusa la Fiscalía, abonará al juicio político que presentó la oposición en la Asamblea Nacional y que constituye otro escenario para llevarlo a la destitución.
La otra vía se refiere a una causal para quitar la investidura contemplada en el artículo 145 de la Constitución: abandono de cargo, y que depende de la decisión del juez de mantener la orden de prisión preventiva contra Glas que supere los 90 días; ahora lleva 41 días de estar preso en la Cárcel 4.
El inicio del trámite para declarar en abandono del cargo del vicepresidente, agrega, puede darse a petición de cualquier asambleísta o del propio presidente Lenín Moreno, una vez que hayan pasado los tres meses que dispone la ley.
Tanto en la declaración del abandono del cargo como en el juicio político se necesita del pronunciamiento de la Corte Constitucional, cuyos plazos para el trámite no deberían superar las dos semanas, de acuerdo con el procedimiento; y en ambas vías requieren de al menos 92 votos en la Asamblea, para aprobar su cesación del cargo.