Los peatones vuelan para cruzar la Pana

Un tramo de la Panamericana Sur, en San Juan de Romerillos (cantón Mejía), se convierte en una pista de carreras cuando un peatón intenta cruzar la calle.

En esta zona, se cuenta con seis carriles y un parterre central (son dos líneas amarillas que están a nivel de la calzada). Por esta carretera los conductores de vehículos livianos, buses y camiones circulan a velocidades altas. Para los primeros el límite permitido es de 100 km por hora.

Las características de esta carretera generan complicaciones a las personas que viven en los sectores aledaños a la Panamericana Sur: San Juan de Romerillos, San Miguel de Romerillos, La Libertad, etc. Cada vez que intentan ir de un extremo a otro deben armarse de paciencia. La carretera se cruza en dos tiempos. La gente acelera el paso para permanecer en la zona de seguridad y luego va hacia el otro extremo.

Héctor Guacapiña, morador de San Miguel, comentó que a diario realiza esta maniobra. Él llega desde Machachi para cuidar el ganado. «Es peligroso, algunos conductores conducen por la mitad de la carretera».

En San Juan de Romerillo, la supuesta invasión de este espacio sería, según los testigos, la causa del fallecimiento de una pareja, el pasado domingo.
En el sitio no hay un paso peatonal. Por eso, el fin de semana la gente se unió para demandar la construcción de esta infraestructura. Durante seis horas interrumpieron el tránsito. Quemaron llantas y palos.

En sentido Quito – Latacunga el paso peatonal más cercano queda en el sector de San Francisco (cerca de la fábrica Alpina). En promedio está a 7 kilómetros del sitio en donde se produjo el accidente. Por eso Amelia Caiza, otra moradora, contó que cada vez que salen los niños a la escuela un adulto debe acompañarlos. ‘Al cruzar tenemos que abrir los brazos para que los choferes nos respeten’.

Según un comunicado del Ministerio de Obras Públicas (MTOP) por esta vía a diario transitan unos 8 000 vehículos.

Para César Arias, consultor en Movilidad, cerca de zonas pobladas se requiere replantear los límites de velocidad, instalar semáforos o construir refugios centrales con protección para evitar que conductores los invadan.