Buscan eliminar las categorías de las universidades
La evaluación a las universidades públicas, privadas y autofinanciadas del país, prevista para el 2018, por parte del Consejo de Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces) traerá cambios.
Estas serán examinadas considerando las diferencias que hay entre unas y otras; y además se eliminará la categorización (A, B, C), en las que actualmente están ubicadas luego del proceso.
El anuncio lo hizo Gabriel Galarza, presidente del Ceaaces, durante una reunión que mantuvo ayer con representantes de 18 universidades autofinanciadas del Ecuador. Allí se presentó el nuevo modelo de Perfeccionamiento de la Evaluación Institucional Externa de Universidades y Escuelas Politécnicas, que contempla aspectos como: estándares de calidad, procesos, reglamentos y criterios de acreditación y clasificación, que serán implementados próximamente.
Dentro de las nuevas reformas al modelo de evaluación y acreditación, se clasificará a las Instituciones Educativas Superiores (IES) en tres grupos: acreditada por seis años, a las instituciones que superan el 70 % en la evaluación y no tienen ningún deficiente; acreditada por tres años, a aquellas instituciones que han obtenido al menos el 45 % en la evaluación con fines de acreditación; y licenciadas, a las que cumplen las condiciones mínimas de funcionamiento establecidas por el Consejo de Educación Superior (CES) en coordinación con el Ceaaces, y todavía no han logrado la acreditación.
“Habrá universidades que su propio desarrollo seguirá avanzado y otras que se irán quedando. Por eso el Ceaaces la apoyará y acompañará para que sigan adelante en base a su misión y visión”, explicó.
Desde el 2009, a partir de una evaluación de desempeño institucional de universidades y politécnicas, los centros fueron categorizados por decisión del Ceaaces, por lo que la misma institución puede eliminar esta medida sin necesidad de una reforma a alguna ley.
En 2012, el Gobierno cerró 14 universidades debido a que una evaluación determinó que se ubicaban en categoría E, y porque no cumplían con un proceso de mejoramiento de la calidad de la educación que pasa también por la evaluación a los docentes, la inversión en educación y la dotación de mejor infraestructura. Mientras que en el 2013 se estableció que ocho universidades sigan en proceso de acreditación y se ubiquen en la categoría D.
La eliminación de la categorización es uno de los planteamientos que han venido proponiendo los representantes de las universidades autofinanciadas, quienes se sienten perjudicados por el “encasillamiento injusto” y por la pérdida de estudiantes que esto ha originado para algunas de ellas.
Otro de los cambios que presenta el nuevo modelo preliminar de evaluación es la diversidad entre lo público y lo privado. “Vamos a trabajar en un modelo que tome en cuenta la diversidad, partiendo de la misión y visión que la propia universidad manifiesta y que las diferencia unas con otras”, indicó Galarza.
El 40 % de profesores con PhD en la plantilla docente ya no será un condicionamiento para todas. Dependiendo a lo que se vaya a dedicar esa universidad (investigación o docencia) se determinará el porcentaje de estos maestros.
En cuanto al periodo en que se desarrollan las evaluaciones (cada cuatro años), también se está viendo la posibilidad de analizarla, pues muchos de los rectores sostienen que es muy corto para realizar los cambios y mejoras que deben ejecutar. Estos puntos serán analizados en otras reuniones que se darán próximamente.