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“El cine nacional se defiende desde todos los frentes”

“El cine nacional se defiende desde todos los frentes”

26-03-15-cultura-cineArgentina pasó de producir 48 películas en 2002 a 168 en 2014. El año pasado logró un récord histórico en taquilla comercial, superando los ocho millones y medio de entradas vendidas para cine argentino. A pesar de que en el país, el 80% de las salas está en manos de 3 empresas, en 2014 se logró que el 18% de las entradas de cine sea para una película nacional. El desarrollo del sector y la diversidad que ahora tiene el cine argentino inicia con la promulgación de la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional, con la que se crea el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), en 2001. Ahora, hay nuevos desafíos políticos que van acorde a las nuevas formas de ver cine y distribuirlo.

¿Cómo la participación del Estado en el fomento a la producción de cine puede derivar en un modelo de cinematografía sustentable?

Creemos que hoy en América Latina en general hay dos paradigmas en discusión. El paradigma del mercado y el modelo del Estado y el estar. De acuerdo al modelo del Estado solamente los países con más de 200 millones de habitantes tienen un modelo de negocio para el desarrollo del cine, en América Latina serían solo Brasil y México, de ahí el resto de países estaríamos resignados a no tener cine nacional. Ahí aparece el paradigma del Estado bienestar, donde entendemos a la cultura como un derecho que tiene que ver con la identidad, con la diversidad con quienes son los sujetos sociales que acceden a ese derecho y el Estado como garante de ese derecho. Si el Estado no invierte en cultura y no invierte en cultura en lenguaje audiovisual, la falta de una cinematografía nacional significa ceder en términos de soberanía, de construcción de la identidad, en los derechos de las minorías en términos de diversidad cultural y eso es un error histórico.

Pero, el Estado como garante de derechos también debe exigir ciertos parámetros que tal vez el mercado homogeneiza…

El fomento del Estado a la producción es un instrumento que va en contra de la lógica del mercado, el Estado haciendo algo que el mercado en sí mismo no hace. Con esa lógica nosotros qué le pedimos al fomento. Pues, primero que si apoyamos que se hagan películas, que las películas se hagan. Eso genera una cinematografía nacional y eso es ya en sí mismo una conquista.

En segundo lugar, que genere empleo, tener una cinematografía extranjera en nuestras pantallas de cine, no genera empleo en nuestros países. La cinematografía nacional sí lo hace, en un sector donde más del 70% de la mano de obra es calificada. Luego le pedimos presencia en salas comerciales.

Tener más gente en las salas comerciales es un proceso orgánico, pero ¿cómo enfrentarse a las majors de Hollywood que copan las salas?

Pero si miras Francia, Italia, Brasil, Argentina, cada diez películas que se producen, una sola logra taquilla. No existe una fórmula secreta para decir: vamos a hacer solo esta cantidad de películas y van a lograr audiencia. Estados Unidos mete en Argentina 350 películas por año y solo 30 hacen audiencia, el resto ocupa las salas pero llega a 10 mil espectadores. Solo los tanques logran más. Es una realidad muy asimétrica, pues todas las películas argentinas tienen un costo de producción del 20% de un tanque estadounidense y tienen una inversión en publicidad del 1% y esa realidad hay que asumirla. Además, las distribuidoras y los exhibidores están ligados a Hollywood.

Entonces, cómo los estados fijamos reglamentación para defender la existencia del cine nacional, luego defender la coexistencia del cine nacional con su público. Tiene que ver con ir en todos los frentes a la vez: apoyar la producción, defender la exhibición, con promover la distribución, la presencia internacional de nuestro cine, la profesionalización de los realizadores.

En ese sentido, Argentina ha fortalecido su televisión pública ¿Cómo esto influye en la formación de públicos?

La formación de públicos, la relación con los canales de televisión requiere políticas públicas integrales. Eso también es un proceso. En nuestro caso, llenar las salas con películas nacionales tuvo que ver con la recuperación del poder adquisitivo de la gente. Si la gente no tiene dinero lo primero que restringe son los consumos culturales. Que venga creciendo el número de personas que va al cine y compra una entrada y eso hace crecer la cantidad de cine. Tiene que ver con un contexto macroeconómico y político.

En la televisión discutimos fuertemente con Estados Unidos porque en Argentina hay mucha penetración de televisión pagada, el 80% de los hogares paga para ver televisión y la oferta es de entre 100 y 120 canales. El 90% de esos canales es de Estados Unidos. En Argentina hasta el año 2009 había solo 6 canales infantiles, eran estadounidenses y estaban en la televisión de pago. En 2010 la presidenta argentina creó Paka Paka, el primer canal infantil argentino, ese mismo año creó INCAA TV, con preferencia al cine argentino. A partir de ese año hemos recuperado unas 500 películas de cine argentino en digital, las restauramos y pusimos en valor para que la gente las conozca. Tenemos un problema grave de la visibilidad de nuestro cine y la televisión es un instrumento de formación de públicos. Hoy la televisión pública lidera los contenidos culturales y educativos en la televisión. Esto incorpora a muchos cineastas en la producción.

200 asistentes en el primer día de desarrollo

Distintas posiciones respecto al camino que debe seguir la Ley de Fomento del Cine Nacional se encontraron desde ayer en el IIIEncuentro Nacional de Cine, organizado por el Consejo Nacional de Cinematografía, en la Universidad de las Artes, en Guayaquil.

Hasta hoy se debate una propuesta de reforma a la ley vigente que, con una intención integral, plantea la conformación del Comité Interinstitucional de Fomento del Cine y el Audiovisual.

En mesas de debate se trabajarán los 7 ejes.

Sin embargo, hay posiciones encontradas entre los asistentes. Por un lado, hay quienes reclaman considerar la continuidad de los encuentros que se iniciaron hace 8 años. Al respecto, los representantes de la sala de cine Ochoymedioexpresaron en su red de Twitter: “Participaremos en el IV Encuentro de Cine, nueva época, nueva ley, pero las leyes no se discuten en los encuentros.

Tengo mis dudas sobre la propuesta, que espero sean resueltas en el encuentro”.

El cineasta manabita Richard Ginés considera que “lo que se propone es hasta cierto punto positivo, el instituto de cine y audiovisual seguirá funcionando igual mientras no se considere descentralizar los fondos, de lo que no se habla en ningún momento, mientras no se piense en la diversidad de propuestas que tiene el país esto seguirá igual, pudiendo apoyar al desarrollo de las producciones desde distintos frentes con el objetivo de crecer y poder hablar un mismo lenguaje, esto sí es negativo”.

La expectativa de la institución es que esta reforma se comparta con el sector para trabajar posteriormente en un planteamiento a la Asamblea Nacional. / Jessica Alvarado-El Telégrafo

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